Ya son dos días los que pasaron desde la derrota en el clásico y Atlético en su totalidad comienza a a recuperarse de ese fatídico 2-3. O al menos a dejar el escenario listo para hacerlo definitivamente de cara a 2019, teniendo en cuenta todo lo positivo que vivió durante 2018. Eso fue lo que demostraron jugadores, cuerpo técnico y dirigentes en el almuerzo de ayer en el complejo Ojo de Agua. Todo en tono de despedida, ya que al quedar suspendida la fecha 15 con Boca, el plantel no se verá hasta 2019.
Caras no tan largas como las que mostraron el sábado al salir del partido y exhibidas en la enorme mesa que compartieron además con empleados del club, utileros y cuerpo médico. Mucho menos iban a seguir lamentándose cuando vieron que se trataba de un asado preparado por los que suelen hacerlo en el club.
“En Atlético toqué el cielo con las manos”Tomás Cuello incluso tuvo la fuerza durante el día para mandar un mensaje en Twitter: puso las banderas de Ecuador, Colombia, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay, refiriéndose -en principio- a los países que visitó Atlético en la Copa Libertadores durante estos últimos dos años de participaciones en Copa Libertadores. Luego, sin embargo, borraría su publicación.
En un momento del almuerzo, Mario Leito tomó el micrófono y se dirigió a todos los comensales. Allí agradeció a todos por “el año histórico y brillante para la institución”. Luis Rodríguez, Cristian Lucchetti, Guillermo Acosta y Juan Mercier, los más experimentados y con más años en el club, escuchaban sentados en la punta de la mesa, juntos.
Los más chicos y los más nuevos estaban un poco más alejados pero en la misma mesa y asintiendo al igual que los referentes.
El presidente de Atlético fue el único que alzó la voz para dirigirse al nutrido grupo de “decanos” y la “decana” Liz Mulki, integrante de la comisión directiva. La comida arrancó a las 12.30 y se extendió hasta pasadas las 14.30, casi 15 cuando los jugadores, en primer lugar, comenzaron a despedirse.